Luego del acuerdo entre Alfredo Cornejo y los intendentes opositores, el Ejecutivo consiguió el roll over para la deuda, financiamiento para ampliar la red del Metrotranvía y eliminación de la modificación de la coparticipación.
Finalmente, y tras varios días de negociación, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Presupuesto 2024, que ahora pasará al Senado. El Ejecutivo consiguió los votos necesarios del Frente de Todos, el Partido Verde y hasta dos representantes de La Unión Mendocina, para aprobar la pauta que tendrá el primer año de gobierno de Alfredo Cornejo, quien estuvo al frente de las puntadas finales del acuerdo con los intendentes del peronismo.
La votación finalizó con 45 votos afirmativos y tres negativos en general: Laura Ballsels Miró, Gustavo Cairo y Mercedes Llano, los tres de La Unión Mendocina. Por el contrario, otros dos diputados de la fuerza que lidera Omar De Marchi sí apoyaron la norma: Jorge Difonso y Gabriel Vilche.
Durante toda la jornada se había puesto en duda si finalmente se trataría el proyecto, ya que Cambia Mendoza no alcanzaban los votos necesarios.
Por este motivo, fue el propio gobernador electo quien llamó a los intendentes de la oposición (sólo faltó Esteban Allasino, de Luján de Cuyo, que está encolumnado en LAUM, cuya negativa se había adelantado) para poder acordar.
Vale recordar que si bien Cambia Mendoza tiene mayoría simple para aprobar la norma, necesita dos tercios de la cámara para que se autorice a la provincia a endeudarse.
De esta manera, Cambia Mendoza pudo conseguir el aval para buscar financiamiento externo destinado a las obras de ampliación del Metrotranvía y el permiso para refinanciar los vencimientos de deuda para el próximo año (casi 132 millones de dólares y 40 mil millones de pesos entre capital e intereses), es decir, el mecanismo financiero del roll over.
Además, se incluyó financiamiento para obras de agua y saneamiento en algunos sectores importantes y para la obra pública en distintos puntos de la provincia.
Cómo se llegó al acuerdo
Germán Gómez, presidente del bloque del Frente de Todos, aseguró que el espacio buscó un “consenso que permita generar una realidad diferente”.
“Nosotros hemos aprobado el Presupuesto porque modificamos algunos artículos que creíamos que estaban mal redactados, o que había que cambiarlos. Hay que darle herramientas al gobernador electo para que pueda gobernar y solucionar un montón de problemas que hay que modificar”, explicó el legislador.
Con respecto a la orden que recibió el partido por parte del candidato a Presidente Sergio Massa, Gómez aseguró que la provincia se encuentra en un contexto complicado y que son necesarios acuerdos de esta índole.
“Necesitamos diálogos profundos. De esto no se sale con dolarización o con la eliminación del Estado. Hay que dialogar y coordinar trabajos y hacer cosas para el beneficio de la gente”, aseguró.
Por su parte, el ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad, señaló que de esta manera la provincia podrá tener un año con mucho más espacio en sus finanzas y se podrá avanzar con obras que son importantes para la provincia.
“Además de la obra del Metrotranvía, se autorizó el financiamiento para la segunda etapa de la doble vía Junín-Rivadavia y un financiamiento para obras de agua y saneamiento que sin esos recursos son muy difíciles de ejecutar por los costos”, explicó el funcionario de Rodolfo Suarez.
La Unión Mendocina votó partida
El diputado Gustavo Cairo fue muy crítico con el acuerdo que alcanzaron el PJ y Cambia Mendoza, al cual denominó “el acuerdo de la siesta” debido a la hora en que se sentaron a negociar los espacios y explicó por qué el espacio no votó de manera unánime.
“Nosotros planteamos que los aumentos en los impuestos inmobiliario y automotor son muy altos y que podrían reducirse en el caso de bajar algunos gastos del presupuesto. Además, sobre el metrotranvía, estamos de acuerdo con la obra, pero no con el proceso licitatorio ni con el precio”, expresó el legislador.
Con respecto a la diferencia a la hora de votar dentro de La Unión Mendocina, aseguró que no hay nada malo, que el espacio tiene como premisa, “respetar la libertad de cada uno de sus integrantes”.