A 27 años de su donación, la Casa Salonia vuelve a abrir sus puertas como un espacio recuperado que guarda la memoria de lo que supimos ser, pero que también nos muestra lo que podemos llegar a ser como alvearenses cuando nos unimos y luchamos por nuestros sueños. La inauguración será este sábado 10 de diciembre, a las 20hs.
Hablar de la Casa Salonia, es hablar de un Patrimonio Arquitectónico alvearense, un punto clave de la política y la cultura departamental. Fueron los hijos de don Francisco Salonia, quienes donaron en el año 1991 la casa familiar ubicada en Diagonal Carlos Pellegrini a la comunidad alvearense, para que se destine a fines culturales, donación que se materializó a través de la Ordenanza N° 1.554 del 5 de agosto de 1991.
En cuanto a la casona, asociada estilísticamente al eclecticismo por el origen variado de sus elementos, contaba con dos plantas de ladrillo cocido, revocado en su totalidad, con friso y arquitrabe superior que resultan decorativos, tanto la planta baja como el primer piso cuentan con una galería abierta resuelta por arcos rebajados tipo carpanel con dovelas rojas que recubren la estructura de hormigón armado y que contribuyen a la decoración. Las palmeras antiguas que circundan el bien, indican el cuidado que se puso en el diseño de sus jardines.
Si bien la casa fue donada en 1991, fue recién durante la gestión de Walther Marcolini, que la remodelación comenzó a concretarse. Específicamente, se va a restaurar la antigua casona que posee 150m2 y se hará una ampliación para un salón de usos múltiples de más de 100m2, sanitarios para damas, caballeros, personas con discapacidad y una pequeña oficina. “Casa Salonia fue donada a la comuna en 1.991, lamentablemente, por razones presupuestarias entendemos, no se pudo encarar antes su restauración y eso avanzó con el nivel de deterioro que muestra el inmueble, por lo que hoy es una obra mucho más onerosa. Hemos dispuesto que en Casa Salonia funcione la Dirección de Cultura y la Dirección de Educación, también para que tenga un lugar definitivo la Banda municipal Evaristo Gramaje, con lo que vamos a evitar alquileres, además de rescatar un patrimonio arquitectónico. Va a quedar un muy buen lugar recuperado, restaurado en plena Diagonal Carlos Pellegrini, que le va a aportar a esta arteria principal del Departamento” manifestó el intendente Walther Marcolini.
Esta obra recupera un patrimonio para nuestra Ciudad y además marca el inicio de una recuperación de la Diagonal Pellegrini: “Se piensan las obras de la manera más sustentable posible, en función de los compromisos que el Municipio ha asumido con lo medio ambiental y la agenda que se maneja a nivel nacional y mundial, por lo que todos los espacios públicos tienen que ser sostenibles. Pensando en el 2023 queremos encarar y poner en valor la Diagonal Carlos Pellegrini, por lo que estamos analizando costos y el origen de los fondos, por lo que creemos que lo vamos a estar enviando a consideración de los concejales dentro del presupuesto 2023” aseguró el mandatario departamental.
Con profunda emoción, Antonio Salonia, hijo de don Francisco Salonia, aseguró sentirse orgulloso por la remodelación de esa casona, que pone en valor la memoria de su padre y de su madre, Delia Euliarte de Salonia, cuyo nombre también engalana un colegio de nuestro departamento. “Alvear implica muchas remembranzas, que son motivo de nostalgia y orgullo porque todo lo que somos nació aquí, sobre todo nuestra vocación docente”. Antonio también es una persona muy destacada de nuestro país, siendo funcionario de Frondizi, profesor de Castellano y Literatura, trabajó en el Ministerio de Educación de la Nación, luego fue ganador de una beca del CONICET, lo que le posibilitó viajar a Roma a continuar sus estudios y conocer escuelas muy modernas que lo llevó a crear la Nueva Escuela Argentina 2000, y además Ministro de Cultura y Educación de la Nación entre los años 1989-1992.
Fue en sus años como Ministro, que la familia Salonia decide donar esta casona al Municipio de General Alvear: “Lo más lógico y lo más justo era que la casa perteneciera al departamento y ser destinada para horizontes y fines culturales para el pueblo de General Alvear. Con orgullo somos argentinos, mendocinos y alvearenses” dijo Antonio Salonia, quien agregó sentirse muy conforme y agradecido por el destino que tendrá esta casona: “Es un orgullo que esta casa sea una extensión para la función educativa y cultural, eso se lo agradezco al intendente Walther Marcolini y todos los funcionarios que lo acompañan”.
Sin dudas, este, además de ser un hito histórico para nuestro departamento, es un hecho inolvidable para toda la familia, así lo reflejó Gerardo Salonia, quien es sobrino de Don Francisco Salonia: “Cuando nosotros llegábamos a General Alvear, siempre había almuerzos y cenas en la casa del tío Francisco, siempre entrando y saliendo de la casa en un Ford T, en constante actividad. Recuerdo haber recabado información acerca de mi tío y todo lo que aparecía era de solidaridad o acciones concretas que llegaban a la gente, y que podía ser desde la sábanas para una parturienta hasta alojamiento para mujeres que quedaban viudas. Siempre noté que había mucho respeto y cariño hacia mi tío”. Gerardo Salonia señaló que la concreción de esta obra de recuperación, es algo que representa y refleja la continuidad histórica de General Alvear: “Recuerdo las calles de tierra de aquella época, las luminarias…Mi tío Francisco, junto con tantos otros, fue uno de los que construyó el General Alvear que hoy conocemos, creo que es algo merecido y que sirve como ejemplo para otras familias alvearenses, que también tienen su lugar en la historia local. La donación se hizo en el 92, y la reconstrucción se demoró tanto, estamos muy ansiosos y emocionados por ver cómo renace la Casa Salonia”.
Son tantas las expectativas y la felicidad de poder ver ese espacio nuevamente en pie,que toda la familia Salonia tiene algo para aportar, así lo refleja Fabio Salonia, nieto de Francisco: “Recuerdo perfectamente mi infancia y los años en los que mi abuelo vivía en esa casa, cuando era muy distinta, todavía la Diagonal no estaba así como en la actualidad, era realmente un paseo venir a la casa del abuelo. Y ahora veo cosas como las rejas, que se han podido rescatar de las originales, y tantas otras que harán que esa casona recupere su gloria”. Para Fabio, estos 30 años, desde que se donó la casa, han sido un proceso ya que él fue uno de los que tomó la posta para concretar esta obra: “Con Walther nos juntamos y empezamos a darle forma al proyecto arquitectónico, pensando en esta casa. Para mi es un legado familiar, y si Dios quiere pronto la podremos ver inaugurada, yo miro la casa y me aparece una instantánea, de colores, con la palmera, el jardín lleno de plantas, y jugando con todos mis compañeros de la primaria”.