Este domingo 12 de marzo pudo correrse finalmente el Triatlón de Bardas Blancas, que por quinta vez reúne a múltiples exponentes locales y del resto de la provincia para esta prueba combinada. Tras haber sido reprogramada y retrasarse durante un mes para ampliar el cupo de inscripción, se pudo llevar adelante y lograr un evento de alto nivel.
El director de Deporte Social y Rural, Prof. Pablo Araujo, comentó que se vivió una jornada ideal para correr, con un muy buen clima. En total terminaron largando aproximadamente 70 competidores entre individuales y postas. “Lo bueno es que no hubo ningún lesionado, sabiendo que es una competencia bastante dura y con mucha dificultad técnica, sobre todo en la parte de bicicleta”, expresó.
Araujo recordó que en esta ocasión se comenzó con el camarotaje, a diferencia de años anteriores, y que a pesar de no contar con un gran caudal de agua, el 90% del circuito se podía navegar con normalidad. “Esto no pasaba en otras ediciones, y fue algo de lo que más les gustó a los corredores, el poder arrancar con camarotaje”, dijo. A pesar de la dificultad del resto del circuito tanto para mountain bike como para pedestrismo, los competidores se mostraron conformes con el trazado.
Esta edición del triatlón fue especial también por el hecho de que estudiantes de la carrera de profesorado de educación física colaboraron en la organización de la carrera junto a los profesores que forman parte de la Dirección de Deporte Social y Rural. “Los chicos tienen becas con contraprestaciones, por lo que nos dieron una mano en controles y en el armado de los mismos”, añadió el director. Los estudiantes nunca habían tenido la posibilidad de participar en la organización y de saber la logística que tienen este tipo de eventos, por lo que es positivo que puedan tener idea de los que rodea a estas competencias.
Pablo Araujo también detalló que trabajaron en conjunto con la Escuela de Salvamento Acuático de Mendoza, que cuentan con guardavidas especializados en ríos. Más allá de que el trazado de camarotaje sólo albergó 4 Km de recorrido, este aspecto debía estar cubierto de la mejor manera posible. A ellos se les sumaron los guardavidas del personal de la dirección de deportes así como también de la delegación de Bardas Blancas, tanto en salvamento como en cuestiones de organización, limpieza, hidratación, etc.