Juan Manuel Ojeda asumió en la intendencia y nombró al hermano. Finalmente, César renunció hace unos días.
El nombramiento de César Marcelino Ojeda había quedado bajo la lupa de la Oficina de Ética Pública. La comuna admitió que no era conveniente que siguiera y volvió a su puesto en la municipalidad.
César Marcelino Ojeda, hermano del intendente de Malargüe Juan Manuel Ojeda, volvió hace algunos días a su cargo de planta permanente en el área de sistemas en el Planetario de ese departamento. El funcionario había sido objetado por un organismo de control ya que se consideraba un caso de nepotismo.
El hermano del jefe comunal estuvo siete meses al frente de la secretaría de Desarrollo Rural, Ciencia, Tecnología e Innovación.
El malargüino presentó su renuncia el pasado 31 de octubre, según confirmaron fuentes del Ejecutivo, luego de que el equipo de los abogados de la Municipalidad revisara nuevamente la investigación planteada por la Oficina de Ética Pública. De esta manera, en la comuna depusieron la decisión inicial de mantenerlo en el cargo, según dijeron por su capacidad e idoneidad en ese puesto.
Apenas asumió Ojeda al frente del gobierno local nombró a su hermano para integrar el gabinete a expensas de la reciente Ley de Ética Pública (8.993) que prohíbe que familiares accedan a cargos públicos, con el objeto de dar mayor transparencia y equidad en la función gubernamental.
La norma establece que “no se podrá designar parientes dentro del segundo grado de consanguinidad, o tercero de afinidad para que presten servicios en la repartición de su cargo, salvo que cumplan con el requisito de idoneidad debidamente acreditado”.
Un primer dictamen de la oficina anticorrupción mendocina observó esta irregularidad y solicitó que el intendente nombrara a otra persona por estar violando esta norma.
Sin embargo, Ojeda defendió la postulación de su hermano, afirmando que tenía una vasta experiencia, trayectoria y que ya llevaba muchos años como empleado en la comuna.
Las actuaciones en la Oficina de Ética Pública continuaron y el caso quedó al borde de llegar a la Suprema Corte de Justicia de Mendoza para que analizara si era constitucional o no que el empleado del Planetario, siguiera como funcionario "puesto a dedo" por su hermano.
Antes de que esta situación se dirimiese en el cuarto piso de los Tribunales Provinciales, César Ojeda planteó su retirada en el gabinete.
De acuerdo con la información a la que accedió El Sol, los abogados de la Municipalidad de Malargüe notificaron al organismo mediante el argumento que en los procesos actuales de los gobiernos, como los datos abiertos y la modernización de los sistemas, ameritaban que el profesional no continuase en funciones en el ámbito del Ejecutivo.
Este medio buscó la palabra del intendente, pero desde el área de prensa señalaron que estaba de viaje en la zona rural y que al estar aislados muchos de los funcionarios no había voceros disponibles.
En tanto, otras fuentes del entorno del jefe comunal -que pidieron reserva- aseguraron que su hermano ya no cumple más funciones en el cargo con el que había arrancado la actual gestión.
¿Qué va a pasar en Santa Rosa?
La situación de Malargüe no fue la única que dejó mal parada a la política y afectó al oficialismo, sino también en la oposición se objetó el caso de la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis, al nombrar a su mamá en el cuerpo de asesores letrados.
La abogada Adriana Aveiro fue designada por su hija, quien logró el acuerdo del Concejo Deliberante para sostenerla en esa función.
La ex reina de la Vendimia consultó al organismo de Ética Pública previo a formalizar el acto administrativo y pese a que se le dijo que incurría en una falta, prosiguió con su acción de gobierno.
Mientras para la Ley de Ética Pública se incurre en un incumplimiento, Destéfanis sostiene que tiene la autonomía para tomar decisiones respecto de la planta política.
Fuente: https://www.elsol.com.ar/