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Lunes, 25 Noviembre 2024

 

                                               

Los ganadores y perdedores de las elecciones presidenciales en Mendoza


La ola liberal se mantuvo en la provincia y le permitió meter tres diputados nacionales. El PJ revivió gracias a Sergio Massa, a pesar de sus internas. Juntos por el Cambio y Cambia Mendoza no pudieron capitalizar en una de las provincias más antiK.

Ganadores

Sergio Massa y el PJ mendocino

El ministro de Economía se puso la campaña al hombro a pesar de la profundización de la crisis económica en la que tiene directa responsabilidad, entre la inflación y el dólar. Ayudó además que dos factores de peso, que pudieron jugar en contra, estuvieron prácticamente invisibles: Alberto Fernández, nulificado en el escenario electoral, y Cristina Fernández de Kirchner, que habló poco y delegó todo el peso, la estrategia y las medidas de la campaña en el tigrense. Logró superar no sólo a los escándalos más recientes, como el de Martín Insaurralde y el de Chocolate Rigau, sino también a la peor cara que mostró el Gobierno nacional en estos cuatro años, empezando por la fiesta en Olivos y el vacunatoriogate.

El peronismo mendocino, que venía con altibajos en el proceso electoral de este año, festejó una elección que se dio vuelta. Si bien ganó en los comicios adelantados en seis departamentos y hasta logró recuperar Malargüe, a nivel provincial viene perdiendo desde hace años y no logra cuajar un proyecto político para la Casa de Gobierno. Este resultado nacional recupera a un PJ que tuvo en Massa al elemento cohesionador que le ha faltado. Martín Aveiro irá a la Cámara de Diputados. Ahora, la carrera hacia la segunda vuelta permitirá que sus contradicciones internas en el plano local se sigan disimulando.

Javier Milei, el Partido Demócrata y los libertarios

El líder de La Libertad Avanza volvió a ser el más votado en Mendoza, aunque con una leve disminución respecto de las PASO. El discurso del León, a pesar de las contradicciones que evidenció durante el proceso electoral y las polémicas sobre temas muy sensibles, como la venta de órganos o de armas, no parecieron hacer mella en la definición del voto. A su vez, logró sortear el escollo de los debates presidenciales, donde no pudieron sacar su vena irascible. Con todo, su mensaje anticasta no deja de mostrar fisuras a medida que la realidad lo confronta con la necesidad de tener un proyecto de poder.

Por otro lado, el Partido Demócrata prácticamente resucitó gracias al tsunami liberal y logró colocar dos diputados nacionales de apellidos ilustres en el partido conservador, con línea directa a la cúpula que tuvo su chance de gobernar la provincia en los 90: Carlos Balter y Gabriel Llano. El último diputado nacional que tuvo fue Omar De Marchi antes de abandonar ese barco para subirse al PRO.

Los libertarios asoman, a su vez, una fuerza incipiente que dependerá en buena medida de la performance nacional de Milei, del debate cultural de las ideas liberales pero también de su propio crecimiento en Mendoza. Basta señalar que en las primarias, los libertarios apenas tenían dos fiscales por escuela y tras aquel resultado hoy contaron con un fiscal por mesa. Tendrán su propia diputada nacional.

El Plan Platita y el voto miedo

Sólo en Argentina el ministro de Economía que tiene casi un 140 por ciento de inflación y un 40 por ciento de pobreza puede lograr dar vuelta un comicio y ser el más votado. No es hechicería, sino el vuelco de una formidable masa de recursos de la economía nacional para todo tipo de usos, convencimientos y conveniencias. El llamado Plan Platita con una batería de medidas –créditos a trabajadores formales, bonos a jubilados y trabajadores de la economía informal, previaje, entre otras tantas- no deja de ser una ingeniería rentable electoralmente, tal como se ha visto, sino también perjudicial porque repercute precisamente sobre aquello que no puede bajar: los precios.

Pero en la última semana cobró vitalidad otra estrategia paralela: el espanto ante la posibilidad de perder ciertos derechos, en estos casos, los subsidios. No funcionó con Mauricio Macri en 2015, pero sí con la postura de un Javier Milei que en la polarización con Massa arremetió contra toda política de inversión estatal. Aunque criticado con razón, la película de terror con la que el kirchnerismo hizo propaganda surtió efecto.

Lo peor de la política sigue dando resultados.

Perdedores
Patricia Bullrich y Luis Petri

Juntos por el Cambio festejó antes de tiempo. Creyó que tenía la elección ganada tal vez un año antes debido a los problemas que el Gobierno nacional no podía resolver. Pero manejó mal la interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que se volvió feroz, y por otro lado no previó que el malestar y la bronca que le habían servido de plataforma en 2015 viró hacia una postura más extrema que capitalizó Javier Milei. En el escenario nacional queda con un margen de poder, puesto que sumó más gobernadores, pero se resentirá en el Congreso por el desembarco de los libertarios.

A una Bullrich decidida en los mensajes sobre el orden, se le enfrentó una Bullrich dubitativa en algunas instancias para explicar cómo resolver la economía en crisis. No bastó con el agregado de Carlos Melconian para contrarrestar el efecto Milei. También pudo haberle jugado en contra algunos coqueteos post PASO de Mauricio Macri con el libertario, que generó mucho ruido hacia adentro como hacia afuera.

La candidata Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, participa en un acto tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones argentinas, hoy, en Buenos Aires (Argentina). El candidato peronista y ministro de Economía, Sergio Massa, dio hoy la sorpresa al revertir los sondeos y ganar la primera vuelta de las elecciones argentinas, para enfrentarse en el balotaje el próximo 19 de noviembre al aspirante de la Libertad Avanza, Javier Milei, quien ganó en las primarias el 13 de agosto. EFE/ Matias Martin Campaya
El caso de Petri es paradójico. Es la segunda elección que pierde, pero todavía tiene potencial para crecer internamente en el radicalismo mendocino hacia el 2027.

De cara a la segunda vuelta, es una incógnita lo que hará JxC o hacia dónde irán sus votos. Milei ya salió a la caza de estas voluntades.

Cambia Mendoza

El oficialismo mendocino se jugó tempranamente por Bullrich, pero no logró que una de las provincias en donde más empatía hubo para la ex ministra pudiera quedar primera en la encuesta real del voto. Bullrich sólo logró ganar en el bastión radical de la Ciudad de Mendoza, pero no logró imponerse en otras quintitas del radicalismo, como Godoy Cruz o Guaymallén.

La ola liberal que cubrió la provincia impactó tanto en el PJ como en la UCR, pero afectó más al oficialismo mendocino, porque perdió dos bancas en la Cámara de Diputados.

Como todavía resta esperar el resultado de la segunda vuelta, es una incógnita saber con quién le tocará gobernar a Alfredo Cornejo. Al electo mandatario le queda a su vez una tarea no menor: bregar para que JxC no entre en dispersión a nivel nacional.

La participación ciudadana

Las elecciones generales de 2023 fueron históricamente las más bajas desde 1983. No en vano los mendocinos iremos a votar hasta siete veces en algunos municipios contando el balotaje del 19 de noviembre. Es decir, al malestar por la economía le sigue un sinsentido ciudadano por votar para que nada cambie. Es evidente que hace falta un cambio en las reglas del juego electoral, tanto sobre la necesidad de que sigan existiendo las primarias, como la dinámica de votar cada dos años.

  

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