Avanza la etapa final de la puesta en marcha del oleoducto Trasandino, que atraviesa la cordillera de los Andes. Se estima que en 20 días comenzarán los envíos regulares.
Este jueves, se logró un nuevo avance en la puesta en marcha del oleoducto Trasandino, que atraviesa la cordillera de los Andes y que fue reactivado luego de 17 años para concretar nuevamente envíos de petróleo desde la Argentina hacia Chile. La etapa de pruebas comenzó hace algunas semanas y el petróleo local -proveniente de Vaca Muerta- finalmente arribó al país vecino.
Sin embargo, aun no comenzaron los envíos regulares, que están previstos dentro de un plazo estimado de 20 días, cuando también se realizará la reinauguración del ducto. Aun se está dentro de la etapa de puesta a punto del oleoducto que tienen una extensión de 427 kilómetros y permitirá transportar por primera vez petróleo desde Vaca Muerta hacia el país limítrofe.
La petrolera estatal YPF comenzó a mediados de mayo a realizar los primeros bombeos de crudo desde su planta de Puesto Hernández en Neuquén luego de cerrar un acuerdo comercial con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile para realizar una primera importación spot de crudo.
El contrato se extenderá por unos 45 días, durante los cuales se considera una compra de aproximadamente 41.000 barriles por día (b/d), una cifra equivalente a entre USD 2 millones y USD 2,5 millones diarios. La operación es el paso inicial para el futuro reinicio de la interconexión energética-petrolera entre ambos países, en el largo plazo.
El sistema Oleoducto Trasandino, conocido como OTA-OTC en Chile y como OTASA del lado argentino es una empresa donde participan ENAP (con 36,25%), YPF (con 36%) y la estadounidense Chevron (con 27,75%).
“Es una obra estratégica y una muestra más del sendero que se está recorriendo en el desarrollo de Vaca Muerta. Las refinerías argentinas están abastecidas a pleno y esto permite exportar crudo y para eso, además del Oleoducto Trasandino, hay una inversión privada ya comprometida en diferentes oleoductos para aumentar la capacidad de transporte y poder generar divisas en el sector energético”, adelantó la secretaría de Energía Flavia Royón hace un par de semanas.
“Este es el camino que va a recorrer el sector energético, que va a contribuir a la generación de divisas para nuestro país, en particular Vaca Muerta, donde todos los meses se baten récords de producción, tanto en gas como en petróleo”, aseguró la secretaria.
El Oleoducto Trasandino fue inaugurado en 1994 por los entonces presidentes de YPF y ENAP -José Estenssoro y Juan Pedrals- que habían tomado la decisión de unir Argentina con Chile a través de un oleoducto que unía los yacimientos del norte de Neuquén con la refinería de Bio Bio y el puerto de Concepción en Chile.
El ducto parte desde Puesto Hernandez a 700 m de altura, luego trepa hasta casi 2.000 metros de altura para cruzar la Cordillera de los Andes y finalmente desciende luego hasta el nivel del mar. Cuenta con plantas de bombeo en Puesto Hernandez, Pampa de Tril y La Primavera.
Luego de su inauguración, el oleoducto abastecía la demanda de petróleo en Chile y el resto era despachado a los mercados de los países del Pacífico con una capacidad máxima de 115.000 barriles diarios. Durante los diez años que funcionó a máximo caudal llegó a movilizar casi 17.000 metros cúbicos diarios (110.000 barriles).
Sin embargo, desde 1998 la producción argentina de petróleo fue retrocediendo y en enero de 2006, cuando se venció el único contrato de exportación que se mantenía vigente por parte de la empresa Chevron, el Gobierno argentino decidió cerrar los envíos de petróleo a Chile, ya que aseguró que era inviable mantener operativo el ducto con un volumen de menos de 5.000 metros cúbicos (31.450 barriles) diarios, casi un cuarto de su capacidad.
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