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Sábado, 23 Noviembre 2024

 

                                               

Cortocircuitos internos en el PRO y en La Libertad Avanza por una campaña conjunta que arrancó desordenada


La sobreexposición de Mauricio Macri, las diferencias entre “los halcones” y la autonomía de los libertarios aparecen en los primeros pasos que dieron los dos partidos para que Javier Milei gane el balotaje. Los dilemas de la fiscalización.

Mauricio Macri se convirtió en el virtual jefe de campaña de Javier Milei, aunque la decisión de apoyar y militar por el libertario comenzó a generar cortocircuitos entre los dirigentes del PRO, por ahora de manera incipiente y sigilosa. La reaparición en la escena política de los macristas de la primera hora, que no tenían tanto predicamento en el comando electoral de Juntos por el Cambio y hoy comparten posiciones con los referentes de mayor confianza de Patricia Bullrich, provoca tensiones internas entre los propios “halcones” y también con integrantes de La Libertad Avanza.

Según admiten en ambos sectores, no existe tanta sintonía entre macristas y bullrichistas, más allá de la coincidencia básica de apoyar a Milei para derrotar a Sergio Massa y al kirchnerismo: todavía pesan las secuelas de una etapa proselitista muy reciente en la que Macri y Bullrich se sacaron chispas justamente por los coqueteos del ex presidente hacia el líder de los libertarios.

De por sí, los bullrichistas de paladar negro toman distancia de la “sobreexposición” de Macri desde que rompió el silencio para justificar su pacto con Milei y deslizan que en La Libertad Avanza hay encuestas que aconsejan que el ex presidente no eleve tanto su perfil para no perjudicar al candidato libertario. “A Milei no le conviene que Mauricio sea visto como la Cristina Kirchner de su gobierno”, razonan sobre la imagen de doble comando que podría dar tanto protagonismo del ex mandatario.

Los dirigentes más cercanos a Bullrich recuerdan que a ellos les pasó lo mismo cuando les llegaron encuestas con resultados similares, que no favorecían a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio en la medida en que se pegara demasiado a Macri. Por eso, explican, se decidió que el fundador del PRO hiciera campaña por su cuenta y recién apareció junto con Bullrich en el cierre proselitista en Lomas de Zamora, donde compartieron por primera vez el escenario.

El antecedente de esa aparición conjunta fue en la noche de las PASO, en el búnker de JxC en Parque Norte, donde el ex presidente abrió fisuras internas cuando habló ante los dirigentes y militantes reunidos allí: aludió a un “cambio de era” por el resultado de las primarias y, tras felicitar a la ganadora de la interna de JxC, resaltó que “sumando los resultados de Javier Milei y los nuestros es enorme esta mayoría de argentinos que planteamos un cambio profundo como no existió en décadas”.

Esas afirmaciones, más su confirmación de que había llamado a Milei para saludarlo por haber sido el más votado, causaron malestar en Bullrich: interpretó que el ex mandatario “coqueteaba” con el candidato libertario por las coincidencias que tiene con él y que así dañaba su candidatura.

Por eso la ex ministra de Seguridad llegó a declarar que Juntos por el Cambio no debía estar “preso” de lo que hiciera el ex presidente en la campaña y pidió “liberar” a la coalición. “Hemos estado siempre presos de qué iba a hacer Macri. No tenemos que estar más presos de lo que hace Macri -insistió-. Tenemos que liberar a Juntos por el Cambio de poder lograr que Mauricio se acomode a como quiera acomodarse, sino será una campaña de respuestas y no de propuestas”. Y advirtió: “Si alguien no quiere andar en este andarivel de Juntos por el Cambio es su decisión”.

Poco después se originó una polémica luego de que, en su viaje a Estados Unidos, Macri comentó ante estudiantes de Harvard que si Milei gana los comicios y asume al frente de la Casa Rosada, esperaba que Juntos por el Cambio “apoye cualquier reforma razonable” que impulse.

Bullrich le reprochó esas afirmaciones: “Estamos en el medio de una pelea electoral y no me parece que en este momento podamos discutir eso porque justamente nuestra fortaleza en esta contienda electoral es nuestra capacidad parlamentaria. No es el momento para discutir ese tema”, dijo.

Hoy, en el bullrichismo critican por lo bajo a Macri por algunos argumentos que usó para respaldar a Milei. “Vas en un auto a 100 km y te vas a chocar con el paredón y sabés que te matás, entonces te tirás del auto. ¿Vas a sobrevivir? Qué se yo, pero tenés una chance”, dijo el ex presidente el viernes pasado a Radio Mitre. “No es una frase muy seductora para pedir el voto a Milei -enfatizó un allegado a Bullrich-. Tampoco que lo califique de incógnita. No sabemos qué le pasa a Mauricio”.

Claro que en el macrismo también hay malestar por las actitudes de sus socios internos y externos. Por un lado, califican de “amateur” el nivel de la dirigencia libertaria. Por otro, se quejan de declaraciones de Bullrich que consideran “desafortunadas”, como cuando deseó que “ojalá explote todo” antes del balotaje. “Tenemos que coordinar el discurso; si no, estamos favoreciendo a Massa”, advierten.

Curiosamente, libertarios, macristas y bullrichistas ya comenzaron a trabajar juntos para la campaña. Este lunes se produjo la primera reunión para integrar los esfuerzos de ambos partidos: como anticipó Infobae, por los libertarios estuvo Karina Milei, la hermana del candidato presidencial y jefa de campaña, y Guillermo Ferraro, mientras que por el PRO participaron el diputado Cristian Ritondo, el senador José Torello y la ex embajadora ante la OEA Paula Bertol. A ese grupo se sumarán otros referentes del macrismo y del bullrichismo como Federico Angelini y Sebastián García de Luca.

El primer punto que acordaron es reforzar la fiscalización electoral en todo el país. Bullrich consiguió para las PASO unos 100.000 fiscales y se necesitan 50.000 más para llegar a controlar los votos en los lugares más críticos. “Hoy tenemos el 60% de los fiscales que se necesitan, pero no hay fondos para reclutar más gente”, admitieron, con preocupación, en las filas de los “halcones” del PRO:

“La campaña está muy desordenada y no ayuda la autonomía que mantienen los libertarios, donde cada uno dice lo que quiere, y la interna del PRO, con los macristas empoderados”, agregan.

Un ejemplo en ese sentido es la definición que dio Milei esta mañana en medio de una campaña que parece copada por Macri: “No se negocia ninguno de los puntos de mi política económica”, dijo el candidato libertario para descartar que adapte su propuesta a los pedidos del ex jefe del Estado.

En ese clima, Macri mantiene su perfil alto pese a los reparos internos y Bullrich acordó avanzar con su propia agenda de campaña, tratando de no interferir en la estrategia libertaria. Hasta ahora, los ruidos quedan tapados por la necesidad de todos de que a Milei le vaya bien, aunque, como dice el ex presidente, sea una incógnita que equivale a tirarse de un auto a 100 kilómetros por hora.

Fuente: https://www.infobae.com/

  

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