La derrota del domingo por la noche ante Estudiantes de La Plata terminó de convencer a la dirigencia de la entidad de la ribera respecto de la necesidad de encarar un cambio en la conducción del equipo profesional. Más allá de los resultados - Boca aún no ha ganado y marcha anteúltimo con tan solo 4 puntos sobre 18 posibles-, lo que preocupa de sobremanera son las pocas respuestas futbolísticas y el bajo desempeño a nivel individual y colectivo.

De esta manera, Russo terminará su segundo al frente de un conjunto Xeneize con el que supo conocer la gloria al conquistar aquella recordada Copa Libertadores del 2007. En la actual etapa, que inició el 30 de diciembre de 2019, se consagró campeón de la Superliga 2019-2020 y la Copa Maradona 2020.

El plantel de Boca se entrenará este martes en el predio que el club tiene en la localidad de Ezeiza. El próximo compromiso del equipo será el sábado, desde las 20.15, ante Patronato de Paraná por la séptima fecha del torneo. Cabe destacar que ante el ascenso de Battaglia, la reserva quedará en manos de Hugo Ibarra.

El DT de 65 años apareció a primera hora de este martes por el predio de entrenamiento de Ezeiza para tener su última conversación cara a cara con las partes, aunque su destino ya estaba sentenciado desde las últimas horas del lunes. En el lugar también se encontraban Juan Román Riquelme, Marcelo Delgado, Raúl Cascini y Jorge Bermúdez, todos integrantes del Consejo de Fútbol, más allá de la presencia de Mariano Herrón y Leandro Somoza, los ayudantes de Russo. Esa aparición se extendió por unos pocos minutos, ya que Miguel abandonó el lugar alrededor de las 10 de la mañana en su vehículo personal y sin hacer declaraciones.

El detalle en este esquema es que tanto Herrón, como el entrenador de arqueros Fernando Gayoso, podrían seguir en el club más allá de este cambio de DT teniendo en cuenta que el ex mediocampista central se unió al cuerpo de Russo por común acuerdo con Román.

Su desembarco hace ya casi dos años se había desarrollado a partir del triunfo electoral de la nueva dirigencia y de la decisión del Consejo de Fútbol que empezó a liderar por entonces Riquelme. Llegó para ocupar el puesto de Gustavo Alfaro, a quien no le renovaron el contrato.

Esta tarea en Boca se agrega a un currículum extenso en los bancos de suplentes que se inició en los 90 como conductor de Lanús. Luego pasó por Estudiantes de La Plata, Rosario Central, Universidad de Chile, Vélez, Colón, San Lorenzo, Racing y Millonarios de Colombia, entre más de 15 clubes diferentes.

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