Por la importancia que adquiere el trabajo en la vida de las personas, la jubilación implica un proceso de duelo, porque se pierde el rol social, se pierde lugar dentro del circuito productivo, económico social y demás rutinas. La jubilación implica pérdidas, pero también ganancias si podemos enfocarla desde una perspectiva de posibilidades, debería ser considerada como un pasaje hacia otras oportunidades, una apertura a nuevos saberes y destrezas.
En cuanto al papel de las organizaciones, “resulta sumamente útil un ritual de despedida, que se considere el reconocimiento del adulto mayor. Los rituales ayudan a separar un antes y un después y cognitivamente, abren un espacio simbólico que podrá ayudar a resignificar las pérdidas sentidas”, comentó Ortiz.
“La jubilación debería ser considerada como un pasaje hacia otras posibilidades, una apertura a nuevos saberes y destrezas. Jubilarse no tiene nada que ver con pasividad. Esa es una estructura de pensamiento arcaica que pone límites innecesarios”, agregó la profesional.
Los estudios demuestran que las personas que han participado de espacios de preparación psicológica previa a la jubilación, vivencian en forma más positiva, esta etapa de la vida que quienes no lo han hecho, contribuyendo a prevenir o retrasar la aparición de dificultades físicas y psicológicas.
Me jubilé ¿y ahora qué hago?
La charla será el jueves 12, a las 19.30, con la participación de Cecilia Ortiz quien es Licenciada en Psicología, especialista en Neuropsicología y tiene una Maestría en Salud Mental con mención en neurociencia.
Podes seguir la transmisión en vivo por el canal de YouTube de la Dirección de Atención Adultos Mayores