El Laberinto de Borges es desde hace años visita obligada para los turistas que van a San Rafael. Nacho Aldao, miembro de la familia impulsora de este punto de referencia sanrafaelino, lo define como un “acto cultural” antes que una atracción turística.
Al ahondar su concepto, explica: “Para nosotros, el turismo es una herramienta de sustentabilidad de un proyecto cultural”. El empresario subraya que los ingresos económicos que genera el turismo hicieron posible que el Laberinto de Borges, una propuesta cultural, fuera sustentable y pudiera permanecer a disposición de los amantes del célebre escritor y, fundamentalmente, de los que desean conocer su obra.
El rol del FTyC
La propuesta cultural prendió tanto que, con el correr de los años, no podía cubrir las expectativas de los visitantes que, año a año, crecen notablemente. El Laberinto de Borges necesitaba ampliar su horario de atención y mejorar su propuesta gastronómica.
Así las cosas, era imperativo hacer una buena inversión y, en momentos donde el crédito no abunda, el Fondo Provincial para la Transformación y el Crecimiento (FTyC) ocupó un rol fundamental.
Es que Nacho Aldao pudo tomar un préstamo de poco más de 14 millones de pesos de la línea Inversión del ente oficial para, principalmente, instalar un moderno sistema de iluminación en el Laberinto para que pudiera funcionar de noche, para mejorar su propuesta gastronómica y para instalar una red de wifi que permite a los visitantes adquirir una guía del complejo a través de su smartphone gracias a un código QR.
“Remplaza la inexistencia del crédito comercial”
Nacho opina que el FTyC “es una herramienta fundamental que remplaza la inexistencia del crédito comercial en Argentina”.
A renglón seguido, destaca que el ente crediticio “nos permitió dar ese salto que necesitábamos como propuesta turístico-cultural expandiéndonos. Sabíamos que teníamos una buena idea, una buena propuesta, pero la experiencia nos había marcado que teníamos la posibilidad de crecer y que ese crecimiento nos iba a generar problemas de atención que teníamos.
Así que –continuó– pedimos el crédito para iluminar el Laberinto, lo cual hizo que expandiéramos nuestros horarios y la gente podía elegir, durante las mañanas y tardes de los veranos, ir a los lagos, a los ríos y disfrutar del sol (de San Rafael). Así, a las 18 o 19, podía venir al Laberinto y vivir la experiencia de su parque y luego disfrutar de nuestra gastronomía. Gracias al crédito del fondo, pudimos ponernos a la altura de las expectativas de la gente”.
Cómo recibir asistencia financiera
Si necesitás apoyo crediticio como el que recibió Nacho Aldao del Laberinto de Borges, el FTyC tiene disponible su línea Inversión. A través de esta operatoria podés ampliar o modernizar tu pyme con un crédito con una tasa de interés que parte, hoy, de 24,91% anual con un plazo de devolución de cinco años, incluido uno de gracia.
El crédito puede garantizarse con prenda, hipoteca o aval de SGR (Sociedad de Garantía Recíproca). Asimismo, en todas las operatorias existe la posibilidad de solicitar hasta un millón de pesos con garante propietario o con bono de sueldo.
Tramitación rápida, ágil y segura
En este enlace tenés todos los detalles de las líneas del fondo. Además, podés recibir asesoramiento por WhatsApp para tramitar tu crédito de manera sencilla, rápida y sin riesgos. También podés acudir a la sede central del FTyC, Montevideo 456, segundo piso, de Ciudad, o a nuestras delegaciones del interior.
Sobre el Laberinto de Borges
· Definido como un “paseo detenido en el tiempo”, es un homenaje de la familia Aldao, construido en su estancia Los Álamos, lugar donde el genial escritor disfrutó largas temporadas de descanso.
· Se ubica en calle Bombal s/n de Cuadro Nacional.
· Abre de lunes a domingos de 9 a 24.