Las consultas fueron realizadas en lo que va del 2018 en efectores públicos de la provincia. Más del 30% se los casos fueron en el Sur.
En lo que va del año, en Mendoza se registraron 51 casos de consultas por intoxicación de monóxido de carbono. Sobre ese total, más del 30% fueron atendidos en el Sur provincial.
Los 51 casos registrados en la provincia fueron atendidos en guardias y derivados a domicilio, mientras que los departamentos donde más consultas se realizaron fueron San Rafael con 10 asistencias, 9 en Las Heras y 7 en Malargüe, según informaron desde el Ministerio de Salud.
En tanto, a nivel nacional, desde Metrogas difundieron que se producen alrededor de 200 muertes y 1700 intoxicaciones al año por inhalación de este gas altamente peligroso.
El monóxido de carbono, conocido como veneno invisible, es un gas altamente tóxico, sin olor, color, ni irritable, que puede ser mortal si la persona se somete a una exposición prolongada en un espacio donde la ventilación no sea la adecuada.
En el afán por mantener la temperatura en los hogares, muchas veces se acude a artefactos con mal funcionamiento o no fabricados para cumplir dicho objetivo. En su mayoría, los casos de intoxicación se producen por la mala ubicación de calefones instantáneos y el uso de cocinas y hornos para calefaccionar.
Según destacó el jefe del Programa de Enfermedades Respiratorias dependiente del Ministerio de Salud, Alfredo Morán, es imprescindible “revisar los elementos con los que se va a calefaccionar el ambiente, desde estufas hasta hogares a leña o braseros, ver que el color de la llama sea el apropiado, si los artefactos poseen o no salida al exterior, su ubicación y la ventilación de la vivienda para que no se produzca la concentración de este gas. Los recambios de aire son muy importantes a este fin”.
La combustión de los calefactores y artefactos utilizados para calefaccionar genera monóxido de carbono, que se concentra en ambientes mal ventilados. Éste se desprende al aire cuando se quema de forma incompleta el gas, ya sea natural o de garrafa, querosene, leña, alcohol u otra sustancia orgánica.
Síntomas y recomendaciones
“Es difícil percibir rápidamente a una persona que sufre una intoxicación porque los síntomas pueden confundirse con otros, similares a otras patologías, como una intoxicación alimentaria, por ejemplo. Por esto, es muy importante estar alerta y tomar conciencia de cómo prevenir esta situación”, agregó Morán.
Entre los síntomas de intoxicación se destacan dolor de cabeza, acompañado de náuseas o vómitos, mareos, cansancio, pesadez, letargo o estado de confusión y torpeza, desmayos o convulsiones. Ante cualquiera de estos indicadores es muy importante ventilar el ambiente, abrigar a la persona intoxicada y colocarla en posición de costado, en caso de estar inconsciente, para que no aspire el vómito.
Ventilar: siempre mantener una abertura que permita el libre ingreso de aire fresco y limpio del exterior, así como salidas de los gases tóxicos al exterior.
Airear periódicamente los ambientes para permitir el recambio de aire interior y disminuir las concentraciones de gases producidos por el funcionamiento de los artefactos de calefacción.
Controlar el normal funcionamiento de los artefactos de calefacción: observe que las llamas sean de color azul y que las chimeneas estén conectadas al exterior y libres de obstáculos. Controlar que los conductos no estén deteriorados o que tengan pérdidas.
Un gasista matriculado debe revisar el buen funcionamiento de todos los artefactos a gas de la casa, así como sus conexiones y ventilación.
Apagar todos los artefactos de combustión a llama abierta (estufas) antes de ir a dormir.
Encender y apagar estufas a querosene o braseros siempre en el exterior de la vivienda. Nunca hay que dejarlos encendidos a la hora de dormir.
Revisar estufas y sus conexiones al exterior.
Fuente: https://www.elsol.com.ar